Podemos estar alerta en España. Es posible que estemos ante el inicio de una nueva era, todo ello tratado con la precaución que el asunto merece, dada la experiencia de anteriores ocasiones. La situación creada tras los últimos comicios, lejos de parecer preocupante, es el síntoma de una ilusión que parecía soterrada bajo los abismos de los rodillos parlamentarios a los que hemos tenido la oportunidad de asistir y que a lo largo del tiempo y desde la perspectiva actual, queda muy claro que lo único que han propiciado es el descontento de la ciudadanía que se ha sentido separada o alejada de sus representantes legítimos.
Para alegría de todos los ciudadanos que vivimos en España, nos encontramos con el hecho de que algunos de nuestros políticos han sido capaces de alcanzar un acuerdo que, de momento, hace posible que las tareas en el Congreso arranquen desde éste mismo instante en el que se constituye, hoy.
Hay varias posibles interpretaciones sobre la palabra acuerdo, acoplada a lo sucedido. El hecho de que algunos intenten subirse a a barca sin haber remado, es muy significativo, tanto como el hecho de que los otros se empeñen en marcar la diferencia, por la cuenta que les tiene.
Pero lo importante puede estar en el hecho de que ayer, tras la reunión de los socialistas en el Congreso de los Diputados, su líder, Pedro Sánchez anunció en un post en las redes sociales que su intención es presentar quince iniciativas parlamentarias desde hoy mismo: Exigir la derogación de la reforma laboral, proponer un nuevo Estatuto de los trabajadores, presentar un gran acuerdo educativo que paralice la LOMCE, un gran pacto contra la violencia de género y una subida del salario mínimo interprofesional.
Es posible que esto sea una realidad, y entonces comenzaremos a creérnoslo, y la confianza podrá volver a la ciudadanía de la mano del sentido común . Hay quien interpreta que el acuerdo del que tanto se habla, se ciñe a la votación para la elección del nuevo presidente de la Cámara Baja, pero tal vez sería bueno contemplar que se esté hablando con una perspectiva mucho más amplia y apasionante. Las palabras de Antonio Hernando en el Congreso, hoy sobre ésta circunstancia en la que se ha referido a conversaciones con grupos (en plural) si se añaden a las del Secretario General en las redes sociales, ayer, ponen una alfombra roja a la esperanza para la solución de problemas que arrastramos desde el inicio del período constituyente. Es posible que hoy sea una realidad... Veremos.
Hoy, todo el mundo reconoce que la situación es distinta, que ha cambiado. La ciudadanía en España ha dibujado un arco parlamentario propicio para el trabajo, no para el sillón y sueldo cómodos y es posible que ahora le toque el turno a la palabra, unida a la habilidad.
Para alegría de todos los ciudadanos que vivimos en España, nos encontramos con el hecho de que algunos de nuestros políticos han sido capaces de alcanzar un acuerdo que, de momento, hace posible que las tareas en el Congreso arranquen desde éste mismo instante en el que se constituye, hoy.
Hay varias posibles interpretaciones sobre la palabra acuerdo, acoplada a lo sucedido. El hecho de que algunos intenten subirse a a barca sin haber remado, es muy significativo, tanto como el hecho de que los otros se empeñen en marcar la diferencia, por la cuenta que les tiene.
Pero lo importante puede estar en el hecho de que ayer, tras la reunión de los socialistas en el Congreso de los Diputados, su líder, Pedro Sánchez anunció en un post en las redes sociales que su intención es presentar quince iniciativas parlamentarias desde hoy mismo: Exigir la derogación de la reforma laboral, proponer un nuevo Estatuto de los trabajadores, presentar un gran acuerdo educativo que paralice la LOMCE, un gran pacto contra la violencia de género y una subida del salario mínimo interprofesional.
Es posible que esto sea una realidad, y entonces comenzaremos a creérnoslo, y la confianza podrá volver a la ciudadanía de la mano del sentido común . Hay quien interpreta que el acuerdo del que tanto se habla, se ciñe a la votación para la elección del nuevo presidente de la Cámara Baja, pero tal vez sería bueno contemplar que se esté hablando con una perspectiva mucho más amplia y apasionante. Las palabras de Antonio Hernando en el Congreso, hoy sobre ésta circunstancia en la que se ha referido a conversaciones con grupos (en plural) si se añaden a las del Secretario General en las redes sociales, ayer, ponen una alfombra roja a la esperanza para la solución de problemas que arrastramos desde el inicio del período constituyente. Es posible que hoy sea una realidad... Veremos.
Hoy, todo el mundo reconoce que la situación es distinta, que ha cambiado. La ciudadanía en España ha dibujado un arco parlamentario propicio para el trabajo, no para el sillón y sueldo cómodos y es posible que ahora le toque el turno a la palabra, unida a la habilidad.
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