Gibraltar

Un hecho que podría parecer algo insólito, visto desde un plano cercano y sin demasiada profundidad, con el añadido de las dificultades que el Estado Español está atravesando, ha sido criticado por la presunta idoneidad y oportunidad de su actual comunicación.

La Princesa de Asturias se va a estudiar al Reino Unido los dos años del Bachillerato Internacional.

En un primer momento podría interpretarse como una especie de tomadura de pelo, si tomamos como referencia el carácter y la propia idiosincrasia de aquel país, pero en el fondo, muy en el fondo, creo que tal vez la Casa Real esté haciendo su trabajo, otra vez.

Creo que España se encuentra en una situación con una posición histórica que ha propiciado la inoperancia e ignorancia de la cultura política británica y su salida de la Unión Europea.

Creo que no midieron de manera adecuada el alcance que esa postura en lo que a las relaciones España y Reino Unido afecta: Gibraltar.

Este hecho propicia que el Reino Unido haya tenido que claudicar y aceptar en su retirada que lo relativo al Peñón deberá contar con España. Se abre, a mi modo de ver, una nueva época, histórica, en la que existirán y deberán existir relaciones y conversaciones entre las dos naciones para resolver el estatus de Gibraltar.

El hecho de que la futura Reina de España vaya a estudiar a Gales, puede ser y será la primera piedra en el camino para la construcción del puente de la concordia, algo que todos los ciudadanos implicados estamos deseando desde que Naciones Unidas reconoció que el problema no está en la autodeterminación de un pueblo, sino en la “restitución de la integridad territorial española”, en los años sesenta.

Años después, en el Acta de adhesión que firmaron en 1972 Dinamarca, el Reino Unido e Irlanda, el Reino Unido consigue que se reconozcan y se establezcan unas condiciones especiales mediante las que Gibraltar queda excluida de : La Unión Aduanera, la Política Comercial Común, la Política Agrícola Común y la Política Pesquera Común y la obligación de recaudar el IVA.

España ha denunciado en varias ocasiones que Gibraltar es un paraíso fiscal y en su lucha el Reino Unido con su Brexit ha puesto el camino para una posible e inteligente solución, porque con su salida, este tratado de adhesión se queda sin efecto y por lo tanto sus condiciones especiales también.

Ahora corresponde al Estado, al Gobierno, al Ministerio y a la Unión Europea establecer las bases de un nuevo acuerdo en el que los intereses de todos los españoles sean restituidos y sea, de alguna forma, devuelto el Istmo y su aeropuerto así como desocupadas las aguas ocupadas de manera ilegal,  porque no están el el Tratado de Utrech, y aunque estuvieran, Gibraltar figura en los listados de Naciones Unidas como una colonia, uno de los “territorios no autónomos pendientes de descolonización” .

Se avecinan tiempos nuevos y quién sabe si le va a tocar al Jefe del Estado ejercer un papel de líder como nos tenía acostumbrados su padre, el Rey Emérito.

MJ López y García. Especialista en información Internacional