Producto de la ruptura interna del independentismo, el Gobierno de Cataluña ha estado ayudado por el grupo de Illa, quien ganó las últimas elecciones y tuvo la capacidad para la lectura de la situación y esperó.
La espera, la paciencia, la efectividad y el buen hacer de Salvador Illa es el agua en el desierto político en el que está Cataluña, con una sequía que afecta y de manera muy grave a todos los ámbitos de la vida de todos y todas los y las catalanes y catalanas.
La inacción en todos los ámbitos del Gobierno de Aragonés y en general de todo el independentismo ha quedado tan patente como insostenible por más tiempo.
Salvador Illa defendió ayer la convocatoria de las elecciones con una frase: "Cuanto antes voten los catalanes, mejor". Es algo que está pidiendo el independentismo con mucha insistencia y por ello es bueno que haya elecciones, que los catalanes se expresen en esas urnas tan demandadas y de las que se podrá analizar y extraer resultados reales sobre los beneficios de las políticas auspiciadas por Pedro Sánchez en Cataluña.
Si tenemos en cuenta la frase de José Luis Rodríguez Zapatero cuando aludió a "Lo que va a hacer Sánchez en Cataluña", podríamos entender que es Sánchez quien está en el fondo de la cuestión y que tal vez ha sido Illa quien, de forma deliberada, ha provocado que los catalanes voten cuanto antes.
Que la situación es insostenible es un hecho y el eterno candidato, si los suyos le dejan, que ya veremos, cree que todo le va a ir bien, aunque por fortuna tenemos un Estado de Derecho en el que el chantaje, más tarde o más temprano, acaba por pasar su debida factura.
La jugada es magistral y creo que ya venían anunciando, dejando puntos en la línea que nos lleva hacia la conclusión.
Félix Bolaños se felicitó por los éxitos logrados y aludió al independentismo en contraposición con la ciudadanía. Reflejó, de manera muy hábil, que no hay solución. No van a dejar de ser independentistas, pero añadió que la ciudadanía en Cataluña, sí. Ahora esa frase tiene mucho más sentido, al igual que las citadas, si las unimos como puntos nos dan una línea conceptual: La solución en Cataluña no está en el independentismo, sino en lo que los socialistas harán una vez que gobiernen, frente a la caída que auspician los sondeos para el independentismo.
Pedro Sánchez ha logrado lo que necesitaba: Gobernar. Ha logrado tiempo para Illa y para todo el socialismo, soportando todo tipo de actitudes de quienes llevan años mirándose el propio ombligo sin importarles lo más mínimo nada de todo lo demás, ni en Cataluña ni en ninguna parte. Y sabe, como todos sabemos, que hay una forma, una manera de lograr la solución del problema y la vuelta a una normalidad tan deseada. Esa solución está en las urnas, como lo estuvo la solución en el País Vasco.
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