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jueves, 25 de agosto de 2022

El sol, el Sahara

Puede resultar muy gratificante, desde el punto de vista profesional, comprobar que, con el tiempo, la razón se vislumbra nítida, las piezas se engarzan unas con otras y podemos atisbar que la cuadratura del círculo planteada podría ser un hecho y no una falacia o una ilusión descabellada.
Es un hecho cierto que ayer, en la rueda de prensa que ofrecieron de manera conjunta los presidentes de España y Colombia, uno de los asuntos estrella fuera la energía.
El recién elegido presidente de Colombia ofreció, con serena vehemencia, una disertación sobre los proyectos en los que están trabajando para lograr que la energía sea un producto y una consecuencia para la Paz, sobre la base de la solidaridad compartida y la producción multilateral.
No me parece pequeño el hecho de situar en líneas paralelas la energía y la paz, porque para ello tenemos la Historia, con mayúsculas, de la que podemos aleccionarnos y concluir que la causa encubierta de la mayor parte de los conflictos que se desarrollaron en el pasado y bélico siglo XX fue la energía. Que no se nos olvide que fue el carbón que había en las regiones de La Alsacia y La Lorena el motivo de las disputas más encarnizadas del centro de Europa durante mucho tiempo y que terminaron en una debacle de tal calibre que supuso el eje sobre el que se auspició el germen de lo que hoy tenemos como mayor garantía de Paz en Europa: La UE.
Creo, ahora con mayor certeza, que la UE va a tomar cartas en el asunto para buscar la Paz en todos aquellos puntos en donde no la hay, y creo también que va a ser la energía el instrumento a utilizar para convencer posturas que hace unos años podrían parecer insalvables, y resolver los conflictos con los vecinos de sur y con los posibles socios de Oriente Próximo, que parecen avenirse a razones para acuerdos atascados durante mucho tiempo.
Sea como fuere, la nueva estrategia está movilizando posturas. Son acciones importantes que nos hacen presagiar que hay esperanza para la idea de unas relaciones entre actores internacionales en las que las armas a emplear no sean bélicas, sino la Paz y el desarrollo que llega con ella.
Creo que es esta la mejor manera de atacar la estrategia de Putin. Putin podría haber tenido el favor del pueblo ucraniano si hubiera intervenido con respeto e inversión, facilitando el desarrollo con instrumentos propios de la confianza entre los pueblos diversos. Putin, en lugar de eso, ha conseguido que la UE se mueva.
Desde un punto de vista más local, en lo que a España le concierne, el tratar de salvar el conflicto entre España y Marruecos, es una estrategia europea que responde a fines de muy largo plazo en lo que podemos incluir Paz, Desarrollo, Solidaridad, Bienestar y Sostenibilidad en el tiempo.
Uno de los primeros resultados conocidos del hecho de que España manifestara su coincidencia  con Marruecos, es que España abastece de gas procedente de EEUU a Marruecos, que se quedó sin gas argelino por motivos relacionados con el conflicto. Sobre las relaciones entre España y Argelia conocemos que no están rotas del todo, pero faltaría establecer la relación entre Argelia y Marruecos, que sin duda va a llegar de la mano de la solución para el pueblo sahariano, que llegará, dado que esta semana España ha mantenido en varias intervenciones que su postura no se desvía de la solución establecida por la ONU.
Porque, en el trasfondo de todo el puzle están la tan necesarias Paz, y energía, porque lo que ha movilizado las estrategias y las posturas ha sido la necesidad, la imperiosa necesidad de buscar fuentes de la energía para mover nuestros días, utilizando como arma la Inteligencia.
Que la UE necesita energía limpia es una realidad, porque todo el planeta necesita energía limpia y el abandono de las fósiles. En el escenario en el que nos encontramos, podría ser que el sol fuera una de las soluciones, y es evidente que en África hay mucho sol, y es posible que el área más extenso en la que se podría obtener energía solar en grandes cantidades es, precisamente, el desierto de Sahara y si ésta es una realidad, el primer paso para poder trabajar en esa línea es lograr la paz y la convención entre las partes: España y Marruecos.
Ayer en la conferencia de prensa conjunta con el presidente Sánchez, el presidente Petro al final de su alocución puso al alcance de todos la idea de que en el Sahara hay sol que se podría llevar a Europa...
Por ahí vamos.

María José López y García
Especialista en Información Internacional.

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